En 2024, seguimos construyendo poder para y junto a nuestra gente mediante nuestras estrategias Sin, Contra y Desde el Estado, organizándonos sin, contra y dentro del Estado para crear un cambio significativo. Este marco es fundamental para organizarnos y construir poder, dando forma a campañas, actos y esfuerzos basados en las necesidades y realidades de nuestra gente. (Puedes obtener más información viendo nuestro vídeo Construir el Poder Sin, Contra y Desde el Estado aquí). Ya fuera creando alternativas Sin el Estado, resistiendo Contra el Estado o impulsando el cambio Desde el Estado (o una combinación de las tres cosas), aquí tienes algunos de los momentos clave que compartimos juntes en 2024.
Sin El Estado:
Este año, nuestro trabajo Sin el Estado se centró en organizarnos fuera de los sistemas institucionales para fortalecer la autonomía colectiva, la autodeterminación y el Buenvivir. Mediante formaciones transformadoras, conversaciones transfronterizas con nuestros compas sobre el terreno en otros países e iniciativas locales de base, creamos espacios para que nuestra gente se conecte, aprenda y actúe en sus propios términos.
En Puerto Rico, organizamos El Institutito, un espacio para la educación política y el desarrollo de habilidades organizativas. Los participantes se reunieron a principios de junio y afinaron sus estrategias para realizar campañas impactantes, reforzaron el apoyo de las bases y exploraron las lecciones que podíamos extraer de movimientos pasados.
Este año hemos llevado nuestro trabajo más allá de las fronteras con nuestra serie de retransmisiones en directo Conversaciones con Latinoamérica y el Caribe, creando espacios para conectar con líderes y movimientos de toda la región. El abogado afrocolombiano de derechos civiles Alí Bantú Ashanti desmenuzó los retos a los que se enfrenta el gobierno progresista de Colombia, mientras que Nicole Alexandra Pichardo Almonte, de la República Dominicana, compartió de primera mano cómo los movimientos sociales se enfrentan a los obstáculos al progreso y se organizan para lograr un cambio duradero. En El Salvador, Francisco Parada Rodríguez aportó información sobre los movimientos de resistencia locales, y en Chicago, organizamos una cena con Thelma Cabrera y Neftali López, de CODECA en Guatemala, donde compartieron historias impactantes desde la primera línea de su lucha por la justicia.
En reconocimiento del Día Internacional de la Mujer, también organizamos dos conversaciones en directo sobre feminismo comunitario, con Ashanti Torres, de Colectiva Contingencia Feminista de Colombia, y Adriana Guzmán, activista indígena que lidera iniciativas feministas antipatriarcales en Bolivia. Todas estas conversaciones nos recordaron que nuestras luchas están profundamente interconectadas: es a través de las estrategias compartidas, la liberación colectiva y la construcción de uniones solidarias como crearemos el cambio que necesitamos.
Nuestro trabajo educativo continuó centrándose en la resistencia a la vigilancia y el replanteamiento de la tecnología. En septiembre, coorganizamos el seminario web Fighting ICE Mass Raids and Operations: Lessons Across Administrations junto con Just Futures Law y Surveillance Resistance Lab, analizando cómo ha evolucionado la tecnología de aplicación de la ley de inmigración y compartiendo herramientas para contraatacar. A través de nuestra asociación con la Universidad Abierta de Recoleta en Chile, concluimos el Diploma Internacional en Vigilancia de Datos y Democracia, un programa transformador que analizó cómo se utilizan los datos y la tecnología para controlar nuestras vidas, desde los sistemas de vigilancia hasta la IA. El curso final, “Utopías reales: ¿Qué hacemos con las tecnologías digitales?”, nos empujó a pensar críticamente sobre cómo podemos reclamar y reutilizar la tecnología al servicio de la justicia y para fortalecer nuestros movimientos.
Más allá de la educación, emprendimos acciones directas para apoyar a los organizadores de base a través de La Vida Local, ofreciendo hasta 5,000 dólares para proyectos que trabajan para abordar directamente las brechas que deja el Estado. Estas iniciativas encarnan la visión de Mijente de construir la autonomía colectiva, el Buenvivir y el autogobierno. Mientras nos enfrentamos a una extrema derecha envalentonada y a la realidad de una segunda presidencia de Trump, sabemos que vamos a necesitarnos los unos a los otros más que nunca. Está claro que confiar en el Estado no es una opción, y el trabajo de construir poder desde las bases será más crítico que nunca en las luchas que se avecinan. Estamos emocionades por compartir más información sobre les compas detrás de los poderosos proyectos que estaremos financiando el próximo año. ¡Mantente atente!
En 2024, nuestro trabajo Sin el Estado demostró que organizarse al margen de los sistemas rotos no sólo es posible, sino necesario. De Puerto Rico a Chicago, de Guatemala a la República Dominicana y más allá, estamos dispuestos a seguir construyendo un futuro basado en la autonomía, la justicia y la liberación de nuestra gente, independientemente de lo que El Estado tenga que decir al respecto.
Contra el Estado:
Cuando el Estado nos falla, nos ataca o nos perjudica, nuestra gente se levanta para luchar. Desde el cierre de la tecnología nociva en Chicago hasta la denuncia de la corrupción gubernamental en Puerto Rico, pasando por la solidaridad con los movimientos mundiales que exigen el fin del genocidio palestino y la preparación para los retos futuros, hemos sido implacables en la construcción de poder contra los sistemas que nos oprimen.
En febrero, celebramos una importante victoria con la Coalición Stop ShotSpotter en Chicago, Illinois, donde la organización de la comunidad forzó la retirada de esta dañina tecnología de vigilancia de los barrios. Organizamos una conversación en la que participaron nuestra Organizadora Nacional Cinthya Rodríguez y José Manuel Almanza, de la Coalición Stop ShotSpotter, para explicar cómo fue posible esta victoria y hablar de lo que sigue en la lucha para acabar con las tecnologías de vigilancia dirigidas a las comunidades negras y marrones.
En agosto, nos unimos a miles de personas en la Convención Nacional Demócrata para exigir justicia para Palestina. En solidaridad con nuestros miembros y una poderosa coalición de aliados, marchamos para pedir el fin del genocidio y demostrar que nuestros movimientos de liberación son globales. También lanzamos dos nuevos artículos en La Tiendita, nuestra Camiseta Un Solo Pueblo y nuestro Sticker Palestina Libre , y la mitad de lo recaudado se destinó directamente a organizaciones dirigidas por palestinos en Estados Unidos.
Nuestra lucha contra los sistemas dañinos del Estado continuó en junio con la publicación del informe Automatizando la Deportación, creado en colaboración con nuestros compas de Just Futures Law. El informe expone cómo el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) está armando la inteligencia artificial para acelerar las detenciones y deportaciones, al tiempo que devasta a las familias y comunidades inmigrantes. Al arrojar luz sobre cómo la tecnología está alimentando la máquina de la deportación, estamos equipando a nuestra gente con el conocimiento que necesita para resistirse a estos sistemas.
También denunciamos la corrupción en el llamado sector de la «energía limpia» con nuestro informe Las Caras Sucias de la Energía Limpia. Este informe revela cómo las donaciones políticas y la influencia empresarial han allanado el camino a proyectos energéticos perjudiciales que dañan a las comunidades locales, erosionan la confianza y dan prioridad a los beneficios sobre las personas. Junto con el informe, lanzamos una petición exigiendo la creación de un sistema público de energía propiedad de la comunidad y gestionado por ella para hacer frente a estas injusticias. Cientos de personas se unieron a nosotres para exigir soluciones energéticas que realmente sirvan a nuestra gente, no a los intereses corporativos.
Con la realidad de una segunda presidencia de Trump por delante, sabemos que la lucha contra las políticas antiinmigrantes y la retórica que las acompaña será más feroz que nunca. Por eso nos negamos a bajar el ritmo tras las elecciones y nos lanzamos directamente a lanzar nuestra Serie de Defensa contra la Deportación “Skill Up + Crew Up”, una serie virtual de tres partes que tendrá lugar este mes y se centrará en adquirir los conocimientos y herramientas necesarios para proteger a nuestras comunidades. Desde aprender a frenar la máquina de las deportaciones hasta organizarnos con compas de Organiza TX, Siembra NC y GLAHR, estamos compartiendo estrategias para luchar contra las redadas, la militarización de las fronteras y las políticas de deportación. La defensa de la deportación siempre ha sido una forma fundamental de solidarizarse con las comunidades inmigrantes, y nos comprometemos a preparar a nuestra gente para las batallas que se avecinan.
Sabemos a qué nos enfrentamos. Pero ya hemos estado aquí antes. Procedemos de un largo linaje de sabiduría ancestral que nos ha enseñado a resistir, ya sea contra regímenes autoritarios o gobiernos corruptos. Esta lucha no es nada nuevo, y estamos en ella juntes.
Desde el Estado:
Tras el regreso de Trump al poder, muchos sienten rabia, frustración y miedo, sentimientos demasiado familiares para nuestra gente. No es la primera vez que nos enfrentamos a un sistema político diseñado para perjudicarnos, y no será la última. Pero lo que la historia nos muestra, y lo que llevamos con nosotros, es que cuando hay tanto en juego, nos organizamos. Luchamos. Y construimos poder de las formas que más importan.
Este año, a través de Desde el Estado, trabajamos para comprometernos estratégicamente con los sistemas para proteger lo que hemos ganado y crear las condiciones para futuras luchas. Ya fuera respaldando a candidatos que no pedían disculpas por su compromiso de garantizar el Buenvivir, movilizando a los votantes que la divulgación tradicional pasa por alto o equipando a las campañas de base con las herramientas que necesitan, nos apoyamos en nuestras comunidades para reclamar el espacio político y garantizar que se oyeran nuestras voces.
En Chicago, apoyamos a la coalición Bring Chicago Home, movilizándonos junto a con concejal Jessie Fuentes para llamar a las puertas a favor de una histórica medida electoral para financiar viviendas asequibles y prevenir la falta de vivienda. La medida pretendía modificar el impuesto sobre transmisiones patrimoniales de bienes inmuebles, haciendo que los ricos pagaran su parte justa y garantizando al mismo tiempo que los recursos se destinaran a quienes más los necesitan. Aunque la lucha por la justicia en materia de vivienda está lejos de haber terminado, esta campaña demostró el poder de la organización local para hacer frente a la desigualdad sistémica.
En Puerto Rico, organizamos la segunda parte de El Institutito, una formación de dos días para fortalecer las campañas electorales de base. Entre los participantes había equipos de campaña y candidatos, que participaron en talleres sobre todo tipo de temas, desde recaudación de fondos y mensajes hasta gestión de voluntarios y organización digital. A través de estas sesiones, compartimos herramientas y estrategias para llevar a cabo campañas transformadoras al tiempo que se centra la comunidad y se construye el poder de base. Los participantes se marcharon con planes en la mano y un conocimiento más profundo de cómo luchar por sus comunidades desde el Estado, sin perder de vista sus valores.
De cara a las elecciones, salimos a la carretera con la Gira El Chisme 2024, viajando a más de 20 ciudades para conectar con miles de compas. Para nosotres, el chisme político significa decir la verdad sobre lo que está ocurriendo en nuestras comunidades y dar a la gente las herramientas para luchar. Mediante espectáculos de drag, música, muestras de comedia y cuentacuentos, creamos espacios que celebraban nuestra cultura, elevaban nuestra resiliencia y nos organizaban para el futuro. La gira no consistía sólo en nombrar los retos a los que nos enfrentamos, sino en demostrar que nuestros movimientos están llenos de alegría, creatividad y poder para lograr el cambio que necesitamos.
También lanzamos la campaña Ni Un Paso Atrás este otoño, activando a los votantes latinos en estados clave para hacer frente a la agenda de la extrema derecha. De Wisconsin a Georgia y Carolina del Norte, organizamos bancos telefónicos virtuales, bancos de texto y canvasses en persona para llegar a miles de votantes allí donde se encuentran. En Wisconsin, nos juntamos con SEIU para el Día de Acción del Medio Oeste, organizando canvasses en Milwaukee. Nuestra campaña del Día de los Muertos reunió a la gente para honrar a nuestros antepasados y luchar por nuestro futuro, y nuestra campaña dirigida a los votantes puertorriqueños tras las “bromas” racistas y xenófobas de Tony Heathcliff garantizó que se escucharan las voces a menudo ignoradas.
El regreso de Trump a la presidencia ha desencadenado una agenda peligrosa, que incluye el plan Proyecto 2025, elaborado por grupos de reflexión de extrema derecha. Este plan pretende desmantelar los derechos de los trabajadores, la justicia reproductiva, el acceso a la atención sanitaria y los derechos civiles, a la vez que hace retroceder las conquistas conseguidas con tanto esfuerzo por nuestras comunidades. Pero ya nos hemos enfrentado antes a estas amenazas, ya sea de regímenes coloniales en América Latina o de gobiernos militarizados aquí en EEUU, y siempre nos hemos defendido.
Sabemos que el trabajo electoral por sí solo no basta, pero es una pieza fundamental de la lucha desde el Estado. Se trata de crear las condiciones para defender a nuestro pueblo, proteger nuestras victorias y organizarnos a largo plazo. Tanto si se trata de construir infraestructuras políticas en los estados disputados, de movilizarnos contra las políticas perjudiciales o de desarrollar estrategias locales de resistencia, nos estamos preparando para lo que nos espera.
En 2024, seguimos construyendo poder a través de nuestras estrategias Sin, Contra y Desde el Estado, demostrando que, independientemente de los retos, nuestras comunidades están preparadas para organizarse, resistir y luchar por el futuro que merecemos.
Mientras nos preparamos para las luchas que tenemos por delante, una cosa está clara: nuestro poder reside en lo que construimos juntes. De Chicago a Puerto Rico, de las campañas locales a la solidaridad mundial, hemos demostrado una y otra vez que no hay una única forma de luchar, pero cuando nos unimos, somos imparables.
Sin, Contra, y Desde Todos a la Vez:
Del mismo modo que nos unimos, también lo hacen nuestras estrategias Sin, Contra, y Desde. Ningún enfoque puede resolver por sí solo todos los retos a los que nos enfrentamos: se necesita una mezcla, trabajando en tándem, para hacer frente a los complejos sistemas de opresión y crear el cambio que necesitamos. A veces resistimos Contra el Estado mientras construimos poder Sin el Estado, o entramos en la lucha Desde el Estado mientras nos apoyamos en el impulso popular que hemos construido fuera de él. Este marco interconectado nos permite mantenernos flexibles, estratégicos y basados en lo que es mejor para nuestra gente en cada momento.
Lo vimos en tiempo real el pasado mes de junio durante Take Back Tech, una poderosa reunión de tres días en la que más de 450 organizadores, defensores y trabajadores se reunieron para elaborar estrategias y profundizar en nuestras conexiones para combatir los peores daños de la tecnología a través de 40 talleres con más de 70 presentadores.
Una gran parte de Take Back Tech consistió en luchar contra el Estado, resistiendo a tecnologías perjudiciales como los sistemas de vigilancia y la explotación corporativa que afectan a las comunidades negre y latine. Al mismo tiempo, la gente también se sumergió en estrategias Sin el Estado, imaginando y construyendo alternativas tecnológicas basadas en la autonomía colectiva, en las que nuestra gente controla las herramientas que dan forma a nuestras vidas. Y luego estaban las conversaciones Desde el Estado, centradas en responsabilizar a los gobiernos e impulsar políticas para regular la tecnología perjudicial. Take Back Tech demostró que luchar contra los daños de la tecnología no es una lucha de un solo carril: es necesario resistirse a lo que nos oprime, crear alternativas fuera del sistema y comprometerse estratégicamente para desafiar al poder desde dentro.
El lanzamiento de nuestro kit de herramientas Nuestro Horizonte es El Buenvivir es otro ejemplo de cómo nuestras estrategias Sin, Contra y Desde el Estado trabajan juntas. El kit de herramientas ofrece soluciones para siete áreas temáticas clave -economía local, vivienda, inmigración, verdadera seguridad pública, catástrofe climática, liberación trans y aborto- al tiempo que conecta las formas en que luchamos por la justicia en múltiples frentes. Construye el poder Sin el Estado equipando a los organizadores para crear alternativas de base a los sistemas rotos que nos dicen que aceptemos. Al mismo tiempo, incluye estrategias para resistir Contra el Estado, luchando contra las políticas y los sistemas opresivos que perjudican a nuestras comunidades. Y a través de Desde el Estado, proporciona herramientas para comprometerse políticamente, como la defensa de políticas progresistas o la exigencia de responsabilidades a nuestros cargos electos locales.
El Nuestro Horizonte es El Buenvivir toolkit refleja el poder de combinar estrategias para satisfacer las necesidades de nuestra gente, demostrando que nuestras luchas son más fuertes cuando están interconectadas.
Juntos, estos dos esfuerzos ponen de relieve por qué nuestro marco Sin, Contra y Desde es tan crucial, especialmente para el momento político en el que nos encontramos de nuevo. Cada estrategia funciona a partir de la otra, y es mediante la combinación de estas estrategias como construimos el tipo de poder que nuestra gente necesita para ganar.
Mirando Hacia el 2025
El camino que tenemos por delante no será fácil, y no pretendemos que lo sea, pero nunca nos hemos echado atrás. En todas las campañas y luchas venideras, estamos dispuestos a poner a prueba nuestros planteamientos Sin, Contra y Desde, y sabemos que, a veces, va a hacer falta más de uno. Independientemente de cómo sean las luchas venideras, sabemos una cosa: seguiremos aprovechando las lecciones aprendidas este año y seguiremos organizándonos, seguiremos resistiendo y seguiremos creando el cambio que nuestra gente necesita.
Nos vemos en el 2025.